El despliegue masivo de sistemas de almacenamiento en baterías (BESS), ya sea junto a renovables o de forma independiente, transformará la competitividad del sector eléctrico mexicano.
En los próximos cinco años, uno de los cambios más profundos en el sector energético mexicano vendrá de la mano de una tecnología que, hasta hace poco, era vista solo como un complemento: los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS, por sus siglas en inglés). Su despliegue masivo ya sea integrado a plantas de generación renovable o en instalaciones independientes está llamado a redefinir la competitividad del sector eléctrico nacional.
Asociado a generación: más renovables, menos intermitencia
Cuando el almacenamiento se integra a una planta solar o eólica, el proyecto deja de depender de la variabilidad del recurso natural y puede despachar energía cuando más se necesita, evitando vertimientos y optimizando ingresos. En regiones como el norte de México, donde la red eléctrica enfrenta congestión o demanda local limitada, esta combinación resulta especialmente atractiva. Además, abre la puerta a modelos de negocio innovadores como:
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Peak shaving: reducir consumo en horas punta para evitar costos excesivos en tarifas eléctricas.
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Participación en el mercado de potencia: garantizando energía firme y estable.
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Servicios complementarios: que mejoran la estabilidad de la red y aumentan la rentabilidad de los activos renovables.
En otras palabras, los BESS integrados con energía solar en México permiten un uso más eficiente de la infraestructura y convierten a las plantas renovables en actores más confiables dentro del sistema eléctrico.
Instalaciones independientes (stand-alone): oportunidad latente
Los BESS instalados de manera independiente también tienen un papel estratégico en la modernización del sistema eléctrico mexicano. Entre sus principales aportaciones destacan:
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Proveer servicios de frecuencia, voltaje y reserva al sistema eléctrico nacional.
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Descongestionar la red en regiones de alta demanda como el Bajío o el corredor industrial del norte.
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Reducir la factura eléctrica de grandes consumidores mediante esquemas de tarifas horarias o demanda pico.
Actualmente, el marco regulatorio en México aún no permite la participación plena de los sistemas de almacenamiento independientes en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). Sin embargo, su adopción avanza en esquemas privados de autoconsumo avanzado o behind-the-meter, especialmente en parques industriales, data centers y plantas manufactureras.
Reducción de costos y salto tecnológico
El precio de las baterías de ion-litio ha caído drásticamente en la última década, mientras que su eficiencia y vida útil se han incrementado. Esto hace que hoy los proyectos BESS sean económicamente viables incluso sin incentivos gubernamentales.
A futuro, tecnologías emergentes como las baterías de estado sólido, el almacenamiento térmico o las híbridas con hidrógeno verde empezarán a tomar relevancia. Sin embargo, en el corto y mediano plazo, el litio seguirá siendo la tecnología dominante en México.
Flexibilidad, resiliencia y respaldo instantáneo
El sistema eléctrico mexicano necesita más flexibilidad y resiliencia frente a contingencias como tormentas, picos de demanda y la intermitencia de las energías renovables.
En este sentido, los BESS en México pueden activarse en milisegundos, actuando como un respaldo instantáneo que evita apagones o caídas de frecuencia que afectan a industrias críticas:
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Automotriz
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Data centers
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Manufactura de precisión
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Hospitales
De esta manera, el almacenamiento no solo se convierte en un aliado de la eficiencia energética, sino también en un seguro de continuidad operativa para sectores estratégicos.
Regulación y visión estratégica: el gran desafío
Para que el potencial de los BESS se materialice en México, el marco regulatorio deberá evolucionar. La CRE y el CENACE tienen por delante el reto de:
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Reconocer al BESS como tecnología independiente dentro del sistema eléctrico.
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Autorizar su participación plena en los mercados de energía, potencia y servicios complementarios.
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Definir esquemas claros de interconexión y tarifas, que den certidumbre a inversionistas y usuarios.
La rapidez con la que se atiendan estos puntos definirá si México vive un despliegue acelerado del almacenamiento o si su crecimiento se limita a casos aislados.
Conclusión: BESS como palanca de la transición energética en México
En el horizonte inmediato, los sistemas de almacenamiento en baterías serán la palanca tecnológica para:
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Liberar mayor capacidad renovable.
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Incrementar la flexibilidad del sistema eléctrico.
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Mejorar la resiliencia ante contingencias.
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Optimizar el despacho en momentos críticos.
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Aprovechar al máximo la infraestructura de transmisión existente.
En un país donde la generación renovable crece más rápido que la red eléctrica, los BESS en México representan el puente entre la energía limpia disponible y la energía útil cuando y donde más se necesita.
“El almacenamiento es el puente entre la energía limpia y la energía útil en el momento y lugar donde más se necesita.”
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